Tuesday, January 18, 2005

A veces, de madrugada, a uno le apetece soltar los dedos y dejarles funcionar como un autómata...

Admirando este momento que bailas en mi habitación, que me agarras por el cuello, por la cintura, que te acercas...sonries timidamente. Te alejas un poco y te llevas un pedacito que late en tu mano mientras yo me quedo temblando...suspirando. Y regresas apuntándome... Juré que no lloraría pero es inevitable, tu magia se esparce inexorable a golpe de caricia. Entonces te beso... y como Robin Hood, le robamos una verdad al destino para guardarla eternamente entre nuestras manos. Que no sabes que he soñado contigo y aun así sigues mandando en mis delirios, amaneciendo bajo mis bostezos, ardiendo en este carro que ha partido para raptarte esos susurros que alguna vez, de forma inocente, me has prestado, ¿lo recuerdas?

0 Comments:

Post a Comment

<< Home