¿Y si la primavera se olvidase?

Estoy en Cáceres. Es la época del cerezo en flor en el valle del Jerte. Cada año, la zona se disfraza de un manto blanco precioso que conforma un paisaje espectacular por poco más de una semana. Las flores de todos los cerezos se ponen de acuerdo y salen al aire puntuales a su cita anual dejando boquiabiertos a los privilegiados que lo contemplan. Me pregunto qué pasaría si la primavera algún día se olvidase de los cerezos, si pasasen sus días de fiesta abocados a callarse su euforia, si las cigüeñas los echaran de menos, si las flores no pudieran salir aunque fuese su turno, aunque me hubiesen prometido la última vez que el invierno no les iba a congelar el alma...