De esto no me acordaba

Y como un imbécil, de forma impulsiva, abrí ese cajón. Se dejó llevar y miles de algodones me iban acariciando la cabeza...como un imbécil te despiertas a tí mismo planeando por ese valle tan hermoso que has dibujado, que sin embargo ahora lo cubre una ligera bruma que no estaba. Puede que hasta lo esté viendo detrás de un cristal con las manos apoyadas y la cabeza pegada. Y yo seguía leyendo, como queriendo apagarme, como intentando sonreir. Y sí, lo hice hasta que se cerró. Entonces, lleno de cariño, me deslicé dulcemente hasta ese momento que de un fogonazo te reporta a la cama con la cara torcida y perdida en la ventana mientras recuerdas, si puedes, qué día es hoy. "Toc, toc"...¿sigues ahí? Supongo que sí. Le acabo de dar la vuelta al corazón y lo he cargado de sonrisas encarceladas, preguntando si cumplen cadena perpetua. ¿Y al otro lado tú también sonreías? Dime que sí aunque no me importe...Espera, ¿quién eres? No te distingo bien, pero creo que me he soñado contigo esta noche. Ojalá estés aferrada a la estela de ese cometa que iba a cruzar mañana. Ahora algunos están deshabitando ese mismo parque donde aún reside el eco de un familiar susurro, que callarás para siempre con un gemido cerca de mi oído. ¿Sigues ahí? Ahora estoy seguro que sí.