Sunday, May 22, 2005

Y otra noche más veo miradas inciertas poniendo un día más en el calendario

We might kiss when we are alone
When nobody's watching
I might take you home
We might make out when nobody's there
It's not that we're scared
It's just that it's delicate

So why do you fill my sorrow
With the words you've borrowed
From the only place (that) you've known
And why do you sing Hallelujah
If it means nothing to you
Why do you sing with me at all?

We might live like never before
When there's nothing to give
Well how can we ask for more
We might make love in some sacred place
The look on your face is delicate

So why do you fill my sorrow
With the words you've borrowed
From the only place (that) you've known
And why do you sing Hallelujah
If it means nothing to you
Why do you sing with me at all?

Tuesday, May 17, 2005

Ramón recorría las calles

Aquí en "Los Castellanos" era Ramón. La mayoría de los barrios están habitados de seres carismáticos y generalmente alguno resulta más entrañable que los demás. Con su gorra azul levantada como un ciclista y sus zapatillas Adidas, Ramón andaba por las cuestas de estas calles con dificultad, mucha dificultad. Muchos rumores había acerca de su discapacidad. Algunos decían que un accidente, otros que Parkinson... Evidentemente nunca son fuentes fiables y lo más sano es dejarlo en una incertidumbe que le hacía, si cabe, un poco más especial. El caso es que Ramón se agarraba las manos y dejaba caer la pierna izquierda a impulsos haciendo un ligero semicírculo en el aire que hacía de su andar algo inconfundible. Poco a poco y sudando a chorros derrochaba voluntad a cada metro que devoraba. A ratos se paraba para coger el aire que sus pulmones de anciano necesitaban, miraba un poco al vacío y reemprendía la marcha. A su lado, los niños le mirábamos algo boquiabiertos y de vez en cuando hablábamos con él. Le costaba articular las palabras y nos indicaba con el dedo y con un simpático silbido todo lo que se había pateado ese día. Lo cierto es que buscábamos saciar nuestra curiosidad. Como niños que éramos, pura curiosidad...como el Principito cuando volaba de planeta en planeta buscando respuestas a sus preguntas. Ya ves, al margen de que a todos nos caía bien y su constancia inoculaba cariño, curiosidad era casi todo lo que nos despertaba Ramón, aunque también es cierto que nos sugería, sin llegar a producir, admiración. A veces llamaba al timbre de mi casa y nos pedía algún vaso de agua. Cuando se había ido, mi padre o mi madre me hablaban de la fuerza de voluntad de aquel hombre y de la desgracia de su minusvalía. Que era asombroso como una persona luche de una forma tan constante intentando superarse a diario a pesar de que todo sacrificio era insuficiente. Y sí, yo asentía porque sabía que era admirable lo que hacía, a pesar de que no me hacía una idea de lo que suponía todo su esfuerzo por combatir su problema, pero lo cierto es que por no saber no sabíamos ni de problemas. En invierno embutido en un chandal con los pantalones remangados por los tobillos y en verano con sus calzonas oscuras, Ramón cojeaba a diario por el asfalto y se convirtió en parte indispensable de nuestras imágenes rutinarias Una de esas personas que seguíamos con la mirada cada día desde la ventana de casa sin que él se diese cuenta. Un par de veces me lo encontré en la piscina nadando por el agua agarrado al bordillo empeñado en su autorehabilitación. Se paraba a coger aire dejando a un lado el corcho en el que se ayudaba, esbozaba una ligera sonrisa y continuaba. Si hablo de él en pasado es porque un día una amiga me dijo que había muerto. Me sorprendía que llevase un tiempo sin aparecer por la cuesta de la calle Rafael Alberti, ni por los depósitos que hay enfrente de mi casa bajo la lluvia resguardado en un impermeable y, por supuesto, su gorra. Desgraciadamente su ausencia no era porque se había mudado o porque había mejorado y continuaba su rehabilitación en casa, o qué se yo. Años después, concretamente esta noche, sin saber por qué y sin haberme asomado a la ventana, me he acordado de él y me he dado cuenta que ahora, y en la distancia, sí siento verdadera admiración por Ramón, al menos más conscientemente que antes, además de un profundo afecto. Le tocó formar parte de la película cotidiana y hoy, por ejemplo y porque me da la gana, me apetecía recordarle.

Sunday, May 15, 2005

Bea tiene razón. Esta canción es preciosa...

SOMETIMES YOU CAN'T MAKE IT ON YOUR OWN

Tough
You think you've got the stuff
You're telling me and anyone
you're hard enough

You don't have to put up a fight
You don't have to always be right
Let me take some of the punches
for you tonight

Listen to me now
I need to let you know
You don't have to go it alone
And it's you when I look in the mirror
And it's you when I don't pick up the phone
Sometimes you can't make it on your own

We fight all the time
You and I, that's alright
We're the same soul
I don't need,
I don't need to hear you say
That if we weren't so alike
You'd like me a whole lot more

Listen to me now
I need to let you know
You don't have to go it alone
And it's you when I look in the mirror
And it's you when I don't pick up the phone
Sometimes you can't make it on your own

She says it I know that we don’t talk
I’m sick of it all
Can you hear me when I am singing
You're the reason I sing
You're the reason why the opera's in me
Hey now
Still got to let you know
A house doesn't make a home
Don't leave me here alone

And it's you when I look in the mirror
And it's you that's so hard to let go
Sometimes you can't make it on your own ç
Sometimes you can't make it
Best you can do is to fake it
Sometimes you can't make it on your own ..

y en Agosto la escucharemos en vivo

Wednesday, May 04, 2005

Y pensar que ahora duermes, que tu pelo se confunde con la almohada, que apenas se te oye respirar, que tus pies asoman por debajo de la colcha, que tu labio inferior amaga con escaparse del superior...y pensar que estás saltando en un luminoso sueño y que a veces tiras de la manta con tu mano izquierda...pensar que tu mesilla tendrá el privilegio de ser la primera en ver tus ojos al amanecer, la lámpara de escuchar el primer bostezo y que el despertador podrá congelar cuanto quiera el instante de tu rostro tapado hasta la nariz..y pensar, pensar...pensar que no miras la hora y el móvil no interrumpirá tu delirio...pensar en tu puerta entreabierta, tu pijama de botones remangado hasta el codo..las dunas de tu cama, las constelaciones que dibujas con los dedos cuando te colocas de lado, la melodía de los intermitentes suspiros...y los párpados bailando tangos...la locura de algún peluche que has hipnotizado. Y bajo las sábanas, olas de paz..

Monday, May 02, 2005

Nunca sabes lo potente que puede ser la fuerza de la ilusión