Tuesday, August 23, 2005

Ha sido un placer

Cuatro palabras bastaron. Fueron lapidarias y llenas de razón. "No merece la pena". Así tomaba mi padre la determinación fatal. Nuestro R11..o mejor dicho..el bou se va al desgüace. El pasado viernes mi hermano y yo contemplamos acojonados cómo el legendario coche intentaba pasar la que será su última ITV. Defecto aquí y allá...nada gordo, pero lo suficiente como para afrontar una reparación que no compensa por un carro de 21 años. Y como todos los que odiamos las despedidas, nos abrigamos en recordar los ratos que el bou permanecía implacable torrándose bajo el sol de Agosto en el aparcamiento delante de casa. Guarecido debajo del árbol que regamos cada día. También el momento en el que lo ibas a coger, ponías las manos en el volante y soltabas un "¡coño!¡cómo quema!". O por qué no, en las frías mañanas en las que despues de un baño de agua que descarchara el hielo del cristal se ponía a andar tras incontables intentos. Infatigable en aquellas vacaciones en la montaña en las que cruzábamos país y medio, sus cristales se llenaron de mil colores, y sus ruedas devoraron baches y cemento. Esta tarde vamos al concesionario a por su recambio... este será silencioso, llevará cd, aire acondicionado y su cierre centralizado funcionará en las cinco puertas y no tendrá agujeros en la tela del techo. También llegará a los 150 sin despeinarse, tendrá airbag, relucirá con el sol, no será necesario tirar de una palanquita de aire para que arranque, frenará en 2 nanosegundos y acumulará junto al volante mil viajes...pero nunca tantos, ni tampoco con toda la familia metida dentro. Mi pie ya siente extraño otro embrague y fue la primera guantera donde dejé el papelito rosa. Mi padre ilusionado, me puso con la palanca de cambios por primera vez y pasó nervios cuando yo, con la L en la maltrecha bandeja trasera, empezaba a desenvolverme por las calles de la ciudad. Ahora el recuerdo reirá conmigo y mi padre sentirá sus mañanas raras con otro coche camino del trabajo. Todos los demás ratos me los quedaré para mí. Me llaman... es la hora. Vamos a por el nuevo. Buen trabajo bou.

Friday, August 05, 2005

Pequeñas cosas

Un día creímos dejarlo atrás, creímos poner etapas inexistentes. Y no...todo es lo mismo y curiosamente encaja como un puzzle. Como un tren que pierdes, o ese que dejaste en una estación abandonada, aquel que no te importa donde va... Y mientras tú te escapas de un cuadro de Klimt para aferrarte a la pantalla de mi ventana Serrat suena de fondo recordándonos aquellas pequeñas cosas que edulcoran tardes de verano.. Él lo dijo mucho mejor que yo hace casi 40 años: "te sonríen tristes y nos hacen llorar cuando nadie nos ve"

Uno se cree
que los mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón, en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tana su merced
como hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí...
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve.