Tuesday, August 31, 2004

Hay gente que escribe mejor que los demás, que de pequeño la profesora siempre elegía sus redacciones, que nació con esa facilidad para poner los pelos de punta con fragmentos como este...

- Lord Henry Wotton: No existe aquello llamado buena influencia, señor Gray. Todas las influencias son inmorales-inmorales desde el punto de vista científico.

- Dorian Gray: Porqué?

- Lord Henry Wotton: Porque influenciar a una persona es darle nuestra propia alma. Esta no tendrá sus propios pensamientos, y se incendiará con sus propias pasiones. Sus virtudes no serán reales, sus pecados, si existen los pecados, serán prestados. Se convierte en el eco de la música de otro, el actor de una parte que no ha sido escrita para él. El objetivo de la vida es el desarrollo de su propio yo. Encontrar su naturaleza apropiada, es esto por lo que cada uno de nosotros estamos aquí. El mundo tiene miedo de sí mismo, se han olvidado de la mayor de todas las obligaciones, la propia. Claro que son caritativos, alimentan al hambriento, y visten a los mendigos. Pero su propio ser está famélico y desnudo. La valentía huyó de nuestra raza. Tal vez nunca la tuvimos. El terror a la sociedad, que es la base de la moral, el terror a Dios, que es el secreto de la religión, estas son las dos cosas que nos gobiernan. Y sin embargo... Sin embargo, creo que si un hombre viviera su vida completamente y hasta el límite, si le diera forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada sueño. El mundo alcanzaría un impulso tan fresco de alegría que olvidaríamos lo malo de la mediocridad, y regresaríamos a la época helénica ideal, a algo más dulce, más rico, que el ideal helénico. Pero hasta el hombre más valiente tiene miedo de sí mismo...Se ha dicho que los mayores acontecimientos del mundo suceden en nuestro cerebro. Es en el cerebro, y sólo en él, donde los grandes pecados del mundo suceden. Usted señor Gray, usted mismo, con su sonrosada juventud y blanca adolescencia, ha tenido pasiones que le asustaron, pensamientos que le llenaron de terror, sueños estando despierto y dormido cuyos recuerdos podrían manchar sus mejillas de vergüenza.

...

Por cierto...se llamaba Oscar Wilde

Sunday, August 29, 2004

Bueno..es una tontería pero a mí me resulta una historia preciosa...Iba en el coche camino del gimnasio. Justo en el paso de peatones que hay enfrente del Donoso Cortés paré para dejar pasar a una muchacha. La verdad es q sólo me fijé en q era una persona y no miré si era chico o chica...a fin de cuentas..daba igual.Cuando pasaba me miró y yo a ella...y no se por qué clavé la mirada en sus pupilas... no lo supe en ese momento. No fue sólo porque fuese hipnotizantemente guapa. Tampoco me preocupé. Me observó un segundo más del q lo hubiese hecho con un conductor cualquiera...pero luego canteó la cara, siguió hasta la acera y me quedé mirando su paraguas y su abrigo negro empapado por la lluvia esperando que acabase de pasar. Dos segundos después...cuando aún no había cruzado con el coche el paso d peatones frené en seco..aún sin entenderlo, un cosquilleo que me resultaba familiar raptó mi atención y apareció en la cabeza ese flash que un instante antes había visto...el rostro de la muchacha. Entonces se juntaron miles de imágenes y colores en la memoria. Era mi novia del colegio...Ligia..no la veía desde 4º de EGB.Tantos años y sólo su mirada me bastó para reconocerla, y creo que a ella también, once concretamente...un segundo, nada más. Entonces me sentí feliz en ese momento...o no se si era felicidad. El caso es que sonreía. Mezcla de nostalgia, sentimiento... Aquellos días en los que nos veíamos en el patio del colegio...y con las notitas de clase sentíamos todo el amor del mundo. Nuestros mejores poemas, nuestros más íntimos deseos en frases como "Somos novios, no?". Y con una inocentísima y despreocupada sonrisa mutua alcanzábamos las mayores cotas de éxtasis que podíamos dar. No...no teníamos nada...pero nunca pedíamos nada. Amor... purísimo...ajeno a estar corrupto por tantos elementos que vamos pasando a medida que los años transcurren.Después de ese shock seguía conduciendo...como un autómata..que es como funcionamos, pero no paraba de sentir tantos recuerdos...momentos dulces que no es que deseen que se repitan...pero que te encantan que sean y resurjan del pasado...porque a fin de cuentas es donde mi vida los ha situado y su convivencia con el presente los hace algo más emotivos. Me conmovió, una cara...una imagen instantánea sirviera para desempolvar un rincón de mi infancia que creía olvidado... o no.

Me acabo de terminar "Peter Pan".....

Y entonces una noche se produjo la tragedia. Era primavera, ya se había acabado el cuento por esa noche y Jane estaba dormida en su cama. Wendy estaba sentada en el suelo, muy cerca del fuego, para poder ver mientras zurzía, pues no había ninguna otra luz en el cuarto, y mientras, oyó un graznido. Entonces la ventana se abrió de un soplo como en otros tiempos y Peter se posó en el suelo.

Estaba igual que siempre y Wendy vio al momento que todavía conservaba todos sus dientes de leche.Él era un niño y ella una persona mayor. Se acurrucó junto al fuego sin atreverse a hacer ningún movimiento, impotente, culpable...una mujer adulta.

- Hola Wendy - dijo él sin notar ninguna diferencia, pues estaba pensando sobre todo en sí mismo y a la escasa luz su vestido blanco podría haber sido el camisón con el que la había visto por primera vez. [...]

- Peter - dijo vacilando-, ¿estás esperando que me vaya volando contigo?

- Claro, por eso he venido.

Añadió con cierta severidad:

- ¿Has olvidado que hay que hacer la limpieza de la primavera?

Ella sabía que era inútil decirle que se había saltado muchas limpiezas de la primavera.

- No puedo ir - dijo en tono de excusa-. Se me ha olvidado cómo volar.

- No tardo nada en volver a enseñarte.

- Peter, no malgastes el polvillo de las hadas en mí.

Se había levantado y por fín lo asaltó un temor.

- ¿Qué pasa?¿Qué es eso? - exclamó encogiéndose.

- Voy a encender la luz - dijo ella - y entonces lo verás.

Casi por única vez en su vida, que nosotros sepamos, Peter tuvo miedo.

- ¡No enciendas la luz! - gritó

... (J.M. Barrie)

Voy a encender la luz

De repente levantó la cabeza y vió como aquel pájaro negro con el pecho rojo, volvía a pasar junto a su ventana. La verdad es que no estaba seguro de si era el mismo pero una vez que se había ido volvió a fijar su mirada en la hoja de problemas que tenía delante. Durante un instante notó como la cabeza se le llenaba de una sensación un tanto extraña, pero que le resultaba algo familiar. Se acordó de Ana y girando la cabeza escuchó el teléfono resonando en su oido. Pero no...nadie estaba llamando. En aquel momento lo vio claro. Ana despues de un mes, puede que dos le iba a llamar esa tarde. Sabía que era imposible que ocurriese lo contrario. Estuvo por levantarse y poner el inalámbrico en su mesilla para tenerlo más a mano. Sin embargo, se dio cuenta que le daba igual. Cuando sonara se iba a levantar de la misma manera. Se sintió un poco aturdido pero no le buscó una explicación lógica. Él veia nítidamente que el teléfono sonaría y que sería Ana. No concebía esa tarde de otro modo. Volvió a poner la mirada en el cristal esperando que pasase otra vez algún pájaro similar pero ya oscurecía y la farola que había delante de su ventana empezaba a deslumbrarle. Había dejado de pensar en Ana. Ya habia asumido que en un momento u otro llamaría pero no fue hasta el segundo tono cuando se dio cuenta que tenía que contestar porque, esta vez sí, sonaba de verdad. Ni miró el número en la pantalla, lo descolgó y sin acentuar la interrogación:-¿Si?-Buenas!Soy Ana-Hola Ana - Dijo con un entusiasmo que casi pareció hipócrita - Pues precisamente hace un momento me había acordado de tí-Anda!Que casualidad, no?Se sonrió y evitando más enredos dijo:-Pues síAna nunca sabría que su llamada no era una sorpresa, ni mucho menos una casualidad.